Esta regadera no me convence
Tengo una pequeña debilidad con las regaderas de Ikea. Cada vez que voy y me encuentro algún modelo que no tengo, no siendo muy cara, suelo comprarla.
Y como no podía ser de otra forma, el verano pasado compré este modelo en concreto. Fue un error por mi parte, la verdad que en ese instante pensé que me serviría para utilizarla en unas pequeñas plantas que tengo en una terraza, pero nada más lejos de la realidad, al final, ni una cosa ni otra.
PORQUE LA COMPRÉ
Me llamo mucho la atención su forma, pero a su vez, el material con el que está construido, acero galvanizado, un material que impide que se oxide. Estas características ayudaron mucho a su compra, pero como muchas veces suele pasar, compras cosas que no deberías.
MI OPINIÓN PERSONAL
El resultado obtenido después de haberla utilizado infinidad de veces, no es ni mucho menos el esperado. Al final siempre termino utilizando la típica regadera de plástico, que por cierto, ya os hable de ella. Es infinitamente más cómoda y manejable.
Por lo tanto, si tuviera que recomendaros la compra, en esta ocasión no la recomiendo ni en pintura.
Según mi opinión, es una regadera muy poco útil, sobre todo porque tienes que tenerla llena para que no cueste utilizarla, de lo contrario, cuesta muchísimo regar con ella. Como observamos en la foto, la salida del agua es muy vertical y exageradamente larga, esto para nada ayuda, yo por lo menos lo veo así.
Otro defecto que le veo es su asa, es muy incomoda, tiene muy poco agarre y a pesar de tener una capacidad en litros no muy grande, su agarre se hace súper incomodo.
El único punto a favor es el llenado. Según siempre mi opinión tiene una boca de llenado bastante cómoda y útil. También el hecho de no oxidarse es un punto a su favor, pero la gran mayoría de regaderas no se oxidan.
SU PRECIO
Cierto es que su precio no es muy alto, creo recordar que rondaba los cinco euros. Pero a veces ya no es por el precio, el comprar un articulo simplemente porque es barato, no merece la pena. Como muchos artículos, acaban en el trastero.
CONCLUSIÓN
Pocas más cosas os puedo decir de este artículo. Lo único que me queda por deciros es que mi regadera está en el trastero, y creo que allí va a seguir por un tiempo.
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