Es un arbusto para grandes jardines ya que, con el tilempo, puede sobrepasar los 5 metros de altura. Es posible que no lo hayáis visto nunca, ya que no es demasiado frcuente, pero vale la pena teerlo en cuenta.
Su encanto estriba en su color cambiante, follaje juvenil cobrizo, flores blancas, bayas rojas que se vuelven negras, y hojas verdes que se vuelven amarillas en otoño.
VARIADADES: no hay acuerdo en cuanto a su nombre latino; en la jardinería podéis encontrarlo etiquetado como A. Lamarckii, A. canadensis, A. laevis o A. grandiflora, pero no importa: ponga lo que ponga e su etiqueta, en abril producirá grandes masas de pequeñas flores blancas y en junio bayas comestiblse.
¿Donde se recomienda ponerlo?. En casi todos los suelos excepto en los calcáreos. A pleno sol y a media sombra.
No es necearia una gran poda, unicamente en invierno se puede frenar su crecimiento.
Se reproduce en otoño desgajando los chupones enraizados emitidos por la planta madre.
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